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¡El apagón encendió nuestro espíritu vecinal! – CERCANO OESTE Nº 5

calle Wences Moreno, calle comercial del barrio

¡El apagón encendió nuestro espíritu vecinal! – CERCANO OESTE Nº 5

¡Vaya Lunes de Aguas más «electrizante» vivimos!

No todos los días se va la luz en toda la Península Ibérica, ¡menudo «cero energético» nos regaló este Lunes de Aguas! Y aunque en Salamanca la cosa fue más leve y muchos estábamos con el hornazo en ristre listos para la merienda campestre, este apagón nos hizo parar un momento a reflexionar (otra vez) sobre nuestro ajetreado y electrificado ritmo de vida. Pero lo mejor de todo es que, en medio de la incomodidad, nuestro barrio demostró una vez más esa chispa de solidaridad y espíritu vecinal que nos hace únicos.

¡Comerciantes de oro que echan una mano (y no piden la cartera)!

Estamos tan enganchados a pagar con tarjeta y móvil que cuando se fue la luz, muchos nos quedamos a dos velas (literalmente). Pero nuestros comerciantes del barrio, ¡unos cracks!, demostraron su gran corazón. En Arreglos de Ropa Chyra, en la calle Padre Báñez, dejaron marchar a clientes sin pagar hasta que pudieran hacerlo. ¡Y nos cuentan que no es algo tan excepcional, sino parte de ese trato cercano que diferencia al pequeño comercio de las grandes superficies! ¡Cuidan de sus vecinos como si fueran de su propia familia!

Y no solo eso, sino que también ofrecieron su ayuda de otras maneras. Ángel nos contaba cómo una señora mayor con andador no podía subir a su casa para ir al baño por el ascensor parado. ¡Pues le abrieron las puertas de su negocio para que pudiera hacer sus necesidades y descansar un rato! ¡Qué detallazo!

¡La calle se convirtió en un improvisado punto de encuentro!

El ambiente en la calle era diferente, especial. La gente salía de sus casas, de sus tiendas, y se formaban corrillos para charlar, para ayudarse. La mujer del kiosco, la pescadera… ¡Todos a una!

¡Maitia Pastelería: endulzando el apagón con solidaridad!

En Maitia Pastelería, en la calle Fray Luis de Granada, también se sumaron a la ola de solidaridad. ¡Imposible cobrar los hornazos con tarjeta! Pero no solo eso, sino que también fiaron panes y pastelitos a familias que salían del cole. ¡Y al día siguiente, todo el mundo pagando tranquilamente! ¡Así da gusto!

Nos contaban que volvieron a las costumbres de antaño, ¡apuntando las cuentas en un papel! Menos mal que tenían algo de suelto fuera de la caja registradora. Y la gente, en general, se lo tomó con humor, ¡solo alguno estaba un poco más nervioso al saber que el apagón era generalizado! Pero en la pastelería, la calma y los dulces para los niños fueron la tónica habitual. ¡Un aplauso para ellos!

¡Santa Bárbara: sacando el boli y la báscula de pilas!

En otra pastelería del barrio, Santa Bárbara, también en Fray Luis de Granada, vivieron escenas similares. ¡A fiar a los clientes sin efectivo y a desempolvar el boli y el cuaderno para las cuentas! ¡Hasta tuvieron que usar una báscula de pilas que les prestaron sus vecinos de Jamón y Vino! ¡Tranquilizaron a una clienta apurada que solo llevaba tarjeta! Se fue más tranquila sabiendo que podría pagar al día siguiente. ¡Eso es pensar en el prójimo!

¡Pequeños inconvenientes con gran solución!

También hubo quien tuvo algún pequeño contratiempo. En Colada Deluxe, en la avenida de Villamayor, dos lavadoras se quedaron bloqueadas por seguridad al irse la luz. Pero al día siguiente, ¡lavado y secado gratis para compensar! ¡Así se cuida a la clientela!

¡La radio como punto de información vecinal!

En la calle, la gente buscaba respuestas. Y el responsable de Armysoft, en la calle Wences Moreno, ¡sacó un walkie talkie con la radio puesta para que todos pudieran escuchar las noticias! ¡Un improvisado punto de información vecinal!

¡Gestos de ayuda que calientan el alma!

Y hubo muchísimos gestos más: en el bar MT, en la plaza del Oeste, dos camareros y un cliente se unieron para ayudar a subir a un señor en silla de ruedas a su casa. ¡Qué bonito es saber que siempre hay una mano amiga en nuestro barrio! ¡Gracias de corazón, vecindario!

¡La resaca del apagón y la vuelta a la normalidad (con alegría)!

Ayer todavía fallaban algunos datáfonos. En el bar Bonanza, en la plaza del Oeste, que se libraron del apagón, vivieron la resaca sin poder cobrar con tarjeta. ¡Pero hoy ya están todos saldando cuentas!

Parece que todo vuelve a la normalidad. Y esta vez, la vuelta viene con una sonrisa y la satisfacción de saber que tenemos unos comerciantes y vecinos de diez. ¡Sois lo mejor del Oeste!

¡Un saludo aún más cercano y agradecido desde el Oeste!

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1 Comment
  • Ana
    Publicado 13:56h, 30 abril Responder

    El mejor CECOPI: vecinos y pequeño comercio arrimando el hombro.

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Calle Valle Inclán, 8. Barrio del Oeste, Salamanca

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