Historia y arquitectura urbana del barrio
Las primeras viviendas construidas fueron en todo el entorno del edificio religioso del antiguo Convento de Carmelitas en la actual Plaza de Carmelitas. Las primeras construcciones fueron casas bajas. Luego en su lado oeste, haste el Camino Viejo de Villamayor (hoy avenida de Villamayor) antiguamente lugar de entrada del grano de la provincia al granero de la Duquesa de Alba delimita el barrio.
Durante centenares de años, entre estas construcciones y el centro de la ciudad, no había nada más que el campo.
En el fin del siglo XIX, en el ámbito arquitectural y urbanosurge un movimiento de tipo hedonista, por parte de la burguesía. Así que los ensanches responden a la necesidad de espacio de la sociedad burguesa, que aspira a mas naturaleza (el comportamiento objeto de varios estudios sobre el deseo burgués de vivir como nobles). A este hecho se añade que el centro estaba viviendo una degradación de la calidad de vida. Así que resultaba mucho más atractivo vivir en el pericentro para los que tienen dinero, donde no se deberán enfrentar a los problemas sociales.
Como son los que tienen el poder de transformación, ya que tienen el dinero, no dependen de una institución pública a la hora de realizar obras. En el Barrio Oeste, la actuación de la alta burguesía fue bastante importante a partir de los años 30. Así que a lo largo del barrio se construyeron viviendas unifamiliares con jardines. Los materiales de estas son en su mayoría de ladrillo con revoco pintado, integrando por algunas rejerías metálicas o barandillas de tubo. Hay que destacar que tampoco podemos hacer una comparación con el famoso ensanche de Barcelona, ya que en el caso de la capital Catalana, la « nueva ciudad pegada a la antigua » fruto de la actuación burguesa, tuvo una planificación previa, con un plano rectangular y circulado con dos diagonales facilitando la circulación. Así que en el Barrio del Oeste, justo después de la guerra, al haber también en el centro de Salamanca racionalismo, se produce el ensanche racionalista. Dos obras siguen siendo hoy destacadas, (por culpa de las destrucciones de las cuales hablaremos luego). La primera se debe al arquitecto Ricardo Pérez. De nuevo se usa como materias el revoco pintado, y al edificio se integran barandillas de tubo. La segunda, debida a Francisco Gil (arquitecto español de gran renombre cuya obra contribuyó a la modernización y reconstrucción de Salamanca después de la Guerra Civil con un estilo que evolucionó hacia el neoplateresco) se sitúa en la calle Isidro Segovia 14. Su particularidad respeto a la de Ricardo Pérez se encuentra en su plana con huecos cuadrados y balcones redondos con barandilla de tubo.
Tras la Guerra Civil, el estilo es de viviendas unifamiliares, numerosas y de materias parecidas (todas sino una están hechas de sillería de piedra franca con rejerías de hierro. Refleja la atención a lo que se construye, es decir la preocupación por la estética, la belleza, usando materias de cualidades.
Así que después de la guerra, el Barrio del Oeste se componía de un conjunto de viviendas unifamiliares con jardines, una población de alto nivel de vida, y se hablaba de la época del ensanche racionalista del Barrio del Oeste.
En los años sesenta, un doble fenómeno tuvo como consecuencia importantes movimientos de población desde el centro hacia la periferia. La necesidad de alojar a estas personas tuvo como consecuencia la destrucción de aquellas viviendas que ocupaban mucho suelo, con un objetivo de densificación.
El fenómeno coincide con la subida del precio en el centro, a causa de la rehabilitación? Renovación? Y el éxodo rural de mayor importancia que conoció España después de la guerra cuando se mecanizan la agricultura, proceso que afectó mucho a Salamanca y provincia.
Esto tuvo como consecuencia importantes movimientos de población desde el centro de la ciudad hacia las periferias. Si toda la ciudad de Salamanca conoció llegadas similares de población, hay que subrayar el Barrio del Oeste, a causa de su atractivo por estar “pegado” al centro y abierto a otras ciudades, tuvo llegadas que fueron de mayor importancia que en los barrios mas alejados o que no se orientaban hacia el norte.
Las construcciones que se hicieron reflejan la necesidad construir densa y rápidamente con condiciones de bajo precio –no se debía de ser caro. Así que la mayoría de viviendas unifamiliares de los años 30 y seguidos fueron destruidas al final de los anos 50-60. Según cuentan los vecinos del Barrio, en la mayoría de los casos, un promotor destruía todo y daba un piso al propietario de la vivienda. Estos años fueron entonces un periodo de destrucciones de gran envergadura.
Las materias son ladrillos, cemento y arena. Son baratos y accesibles. Así, responder a necesidades de alta densidad de bajas condiciones Tiempo – Costo implica de hecho las materias de los edificios
Con un enfoque urbanista, se percibe que el conjunto de los edificios erigidos durante ese periodo reflejan la acción directa de los inversores privados. Es decir también, el poco encuadramiento legislativo por parte del Ayuntamiento. Así que el barrio no se beneficia de ningún planteamiento previo:
- Las ventanas son de medidas parecidas en todo el barrio. Responden a las exigencias de luz, aunque es verdad, a bajo de los edificios por la mayoría de los edificios no llega
- Ausencia de unidad entre los edificios, con similar altura en la misma calle (y en su gran mayoría, la altura de los edificios es entre 4 y 5 plantas, viviendas plurifamiliares)
- El alineamiento a la vez no es respetado. Se respecta al nivel del suelo pero luego, en algunos edificios se observa un avance sobre la calle a partir de la planta primera. Optimización, “aprovechamiento máximo del aire!”
Así que podemos hablar, con las palabras de los vecinos del Barrio, de una “urbanización salvaje, sin orden ni concierto” ya que los constructores no respetaban para nada las normas urbanísticas que había en este barrio que en poco tiempo llegó a ser uno de lo mas densos de la ciudad de Salamanca; sin espacios abiertos, zonas recreativas, ajardinadas, parques…
Si las actuaciones y decisiones son las de los inversores privado, por lo menos, la Ayuntamiento se acabó por preocupar, por lo menos, de la conservación de la bonito del pasado. Conservación por el Ayuntamiento de lo bonito del pasado. sí que cayó en el Plan Especial del Barrio Universitario de Pulín sobre la preservación del patrimonio monumental de Salamanca (1972-1975). Pero a esta fecha, en el Barrio del Oeste, los que quedan son poquísimos para los que fueron…. Solo 17 edificios respondían a la noción de « patrimonio » de la ciudad.
Para concluir, la última vivienda unifamiliar se destruyó en 2004 para construir un edificio. Podemos constatar así, que aún después de los años 2000, el Ayuntamiento no se ha preocupado tanto de la preservación de antiguos edificios (y este, aparentemente, merecía la atención, « una preciosidad », « una de las viviendas mas bonitas del barrio » son frases de los vecinos.
Así, sobre todo, de nuevo se puede decir que no se ha respetado los principios de la Carta de Atenas. Porque esta inscrito en la Carta que hay responsabilidad y obligación conservar los valores arquitectónicos (la llamada « alma de la Ciudad » párrafo 65) Si que es verdad, prima la justicia social sobre la conservación (párrafo 67) de los edificios testigos del pasado.