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Iván Robledo: “Escribo para ahorrar en psiquiatras”

Iván Robledo: “Escribo para ahorrar en psiquiatras”

De origen malagueño pero residente en Santiago de Compostela, Iván Robledo pasó por Salamanca para firmar ejemplares de sus cuatro novelas publicadas hasta el momento por Editorial Amarante, ubicada en el Oeste.

Estamos ante un gran escritor de narrativa al más puro estilo, dice Carlos de Tomás, escritor y editor de Amarante, y lo define como un “escritor tapado”, es decir, aquél que todavía no ha llegado al gran público. Iván Robledo afirma que quien escribe narrativa no es capaz de escribir otra cosa, a diferencia de los poetas, por ejemplo.

No escribe novelas para que tengan éxito, sino para que le gusten a una persona, en singular. Los protagonistas de sus novelas existen realmente, incluso sin necesidad de cambiarles el nombre. Confiesa que escribe para ahorrar en psiquiatras porque lo hace con cierto anhelo y traslada al papel lo que le hubiera gustado vivir en otros momentos. “Venimos cargados de errores y debemos saber qué hacer con ellos”.

Si hay un entorno que caracteriza la obra de Robledo es la tierra gallega. La luz de Galicia -tan importante en su entorno como lo es para un pintor- está presente en las cuatro novelas publicadas hasta el momento porque “esa luz solo se puede encontrar allí”.

Este andaluz con acento gallego no tiene una imagen ideal de su lector, pero asegura que siempre le sorprende la respuesta de quienes se acercan a sus novelas, porque encuentran cosas en sus historias que nunca se le habían pasado a él por la mente. “Es como echar una botella al mar y esperar que le guste a quien le llegue”.

 

Esta es la charla que mantuvimos con el autor minutos antes de la firma de libros que llevó a cabo en la librería Santos Ochoa:


 

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2 Comentarios
  • Elena Martín
    Publicado 14:12h, 15 septiembre Responder

    Reblogueó esto en Elena Martíny comentado:

    No escribe novelas para que tengan éxito, sino para que le gusten a una persona, en singular. Los protagonistas de sus novelas existen realmente, incluso sin necesidad de cambiarles el nombre. Confiesa que escribe para ahorrar en psiquiatras porque lo hace con cierto anhelo y traslada al papel lo que le hubiera gustado vivir en otros momentos. “Venimos cargados de errores y debemos saber qué hacer con ellos”.

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