31 Dic Una pequeña ciudad navideña a través del cristal
Marina Martín: las ondas en el barrio
Llegando al final de la Avenida Portugal, se puede observar cómo en algunas ventanas la Navidad parece que cobra vida y nos transporta a un mundo de fantasía. Allí, un matrimonio decide cada año gastar una parte de su tiempo libre en montar un original Belén que a nadie deja indiferente.
La idea surgió hace ocho años, cuando sus dueños, tras encariñarse con diferentes piezas que admiraban en los escaparates de tiendas de la ciudad, decidieron empezar a comprarlas e ir formando poco a poco este nacimiento. Según afirman, únicamente lo hacen por placer y para que los más pequeños disfruten. Empezaron con un árbol de Navidad que, repleto de luces y espumillón, en la actualidad se encuentra rodeado por multitud de figuras y adornos navideños.
Desde septiembre sus dueños empiezan a pensar en cómo decorar ese año el Belén, pero no es hasta el día de la Inmaculada, el 8 de diciembre, cuando se puede ver. Desde esa fecha hasta el domingo después de Reyes existe la posibilidad de visitarlo durante todo el día, aunque lo más recomendable es pasarse de 18h a 21h ya que es cuando está encendido y toda esa pequeña ciudad cobra vida.
Marina Martín,periodista
Sin comentarios