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Representación de Don Juan Tenorio del Grupo Teatro ZOES en el Teatro La Comedia

Representación de Don Juan Tenorio del Grupo Teatro ZOES en el Teatro La Comedia

El grupo de Teatro ha representado en la forma teatro leído la tradicionoal obra «Don Juan Tenorio» de Zorrilla, tipicamente representada el 1 de noviembre, víspera del Día de los Difuntos.

Origen de la tradición. Es tradición en nuestro país representar el Tenorio durante la festividad de Todos los Santos o la víspera de Difuntos.  Existen distintas opiniones para explicar esta tradición . Algunos autores dicen que Zorrilla escribió la obra un 1 de noviembre, otros creen que en el segundo acto, la escena del cementerio,  transcurre durante ese día, pero todos coinciden en afirmar que la costumbre se estableció por los recursos dramáticos que se utilizan en la segunda parte de la obra, donde adquiere el protagonismo la muerte, las presencias fantasmagóricas, la redención y salvación del alma del arrepentido, (Don Juan, gracias al amor de doña Inés, se redime de sus pecados y se salva). Todo ello ambientado en un siniestro cementerio donde los muertos cobran vida. Y también es cierto que la segunda vez que se representó el Tenorio, 16 años después de su estreno, era un 1 de noviembre. Fecha que quizá se eligió ya que por aquel entonces  eran habituales las representaciones de los autos sacramentales o quizá, por casualidades de la vida o por el ojo avizor de un avispado programador. Posteriormente fueron Rafael Calvo y Antonio Vico quienes recuperaron la tradición anual de representar la obra de Zorrilla.

Fuente: http://actandplay.com/

El teatro leído consiste en la lectura dramatizada de textos teatrales que tan solo exigen una mínima adaptación para ser representados con la ayuda fundamentalmente de la palabra, a cualquier edad, únicamente con la condición de un dominio lector a niveles aceptables, y en múltiples espacios, que se pueden transformar de su cotidianeidad a la condición de escenario. Tal vez sea esta una definición acertada por simple, pero efectiva, del término.

El teatro en general, y el teatro leído en particular, es un excelente instrumento de acción educativa, social y cultural, una estrategia privilegiada de animación sociolingüística y a la lectura, favorecedora de aficiones a las artes escénicas y tremendamente lúdica.

Estas potencialidades lo facultan como herramienta versátil y de fácil aplicación para ser desarrollada en contextos escolares, de tiempo libre y socioculturales en general, con carácter intergeneracional y por toda una amplia variedad de agentes sociales, educativos y culturales.

El gran público puede recordar cómo décadas atrás era testigo y fiel seguidor de seriales radiofónicos que permanecen en el imaginario afectivo de varias generaciones y que son un ejemplo mediático de la aplicación práctica de esta modalidad interpretativa, como lo ha sido, con otros objetivos de carácter sensibilizador y crítico, el teatro social y del oprimido, con autores como Paulo Freire o Augusto Boal.

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